5 hospitales psiquiátricos encantados del mundo
A raíz de nuestra última entrada en el blog sobre la película "Gonjiam: Haunted Asylum", nos ha parecido buena idea investigar por internet los hospitales psiquiátricos encantados famosos del mundo. Como es habitual en la red, hemos encontrado de todo.
Sin embargo, hemos decidido escoger seis de ellos que nos han parecido más interesantes para que los conozcáis y, si os atrevéis y tenéis tiempo/dinero, viajar a visitarlos. Eso si, bajo vuestra propia responsabilidad
Sin más, procedemos a listarlos:
Norwich State Hospital
Un hospital edificado en Preston, Connecticut, el año 1904. Dio cobijo a pacientes que sufrían todo tipo de enfermedades mentales, o de tuberculosis; y también a drogadictos y personas con tendencias violentas. Incluso acogió a criminales peligrosos, acusados de asesinato y violación.
La historia dice que allí ocurrieron diversas muertes. La primera de ellas, en el mismo año que el recinto abriera sus puertas, pues uno de sus pacientes decidió colgarse. Más tarde, dos empleados murieron al explosionar un calentador de agua, en 1919. Además, otras muertes se sucedieron a las afueras del hospital, como la de otro empleado al cruzar un camino. El hospital finalmente cerró sus puertas el año 1996.
A día de hoy, muchas personas se acercan por curiosidad para ver si hay algo paranormal entre sus paredes. Y es posible que su curiosidad no haya sido en vano, pues más allá de una estructura realmente terrorífica, sobre todo por la noche, varios de los que han estado en los terrenos del hospital han sentido una sensación de malestar, y como si alguien les estuviera observando.
Como cualquier otro lugar famoso por sus sucesos paranormales, muchos testigos afirman haber escuchado gritos fuertes dentro del edificio, así como sombras y formas neblinosas o rostros desposeídos mirando desde los ventanales rotos. Pero en este caso ya cuando estaba en activo se hablaba de sucesos extraños. Algunas enfermeras veían niños que no debían estar allí, y de algunas salas se escapaban gritos agónicos y las puertas se abrían y cerraban violentamente.
Se dice que la mayoría de esta energía residual es consecuencia de las torturas a las que sometían a los pacientes. Eran sujetos a actos y prácticas barbáricas: les hacían pasar hambre, les golpeaban, les abusaban sexualmente e incluso les metían hielo por el cuerpo.
Pennhurst Asylum
Un poco de historia. Se trata de un hospital que abrió sus puertas a principios del s. XX en Nueva Jersey, como un lugar donde acoger a niños con problemas psicológicos.
Con el tiempo fueron ingresando más y más pacientes, hasta llegar a albergar a más de los que podía acoger. Esto supuso un revés para el centro, acrecentado por un personal demasiado reducido como para cubrir las necesidades generales, y por una flagrante falta de apoyo por parte del gobierno. Todo esto llevó a que los empleados, en su desesperación, empezaran a practicar castigos crueles. Así, empezaron a drogar a los niños, a encadenarles en las camas, dejándolos abandonados durante largos periodos de tiempo. Las pocas esperanzas que pudieran tener de curarse se esfumaban con el viento ante semejante falta de buenas prácticas por parte de los expertos. Los niños perdían caían presas de su propia locura y desesperación al no poder ver ningún tipo de luz al final del túnel.
Aunque ahora mismo el hospital ejerce de atracción turística para asustar a sus visitantes, antiguos propietarios del hospital aseguran que el sitio esta atormentado por espíritus enfadados. Algunas personas aseguran haber visto un sinfín de sucesos: pasos, gritos en habitaciones vacías, puertas cerrándose de golpe, e incluso violencia por parte de poltergeists.
Beechworth Lunatic Asylum
Avistamientos escalofriantes, horribles olores de carne putrefacta, y una historia pesadillesca son algunos de los ingredientes que convierten este asilo en uno de los sitios más terroríficos de Australia. Desde su apertura el año 1867 y hasta que cerró en 1995, más de 3.000 pacientes perdieron su vida allí dentro. De hecho, se dice que muy pocos pacientes salieron con vida.
En su época de pleno apogeo llegó a dar cobijo a más de 1.200 pacientes. Dado que los medicamentos no se estandarizaron hasta mucho después, los doctores utilizaban cadenas, camisas de fuerza e incluso terapias de electroshock como tratamiento genérico. Ahora, se dice que en las habitaciones donde se realizaban dichas sesiones es donde tienen lugar la mayoría de sucesos paranormales.
De todos los que perecieron entre sus paredes, algunos parecen empeñados en no abandonar el lugar. Se dice que por las noches puedes encontrar a los siguientes entes merodeando por entre los pasillos y habitaciones:
• Matron Sharpe: suele ser presenciada en las clases y las zonas de dormitorios. La historia dice que era una persona de gran compasión y afecto hacia los pacientes de Beechworth, e incluso tras su muerte seguía dando consuela a los pacientes. Los que aseguraron verla, decían que a pesar de su actitud afable, la habitación estaba helada siempre que estaba allí. • Tommy Kennedy: un paciente que pasó a formar parte del equipo de cocina del recinto. Y allí terminó muriendo. • El tercero, y más terrorífico es el de un paciente que desapareció solo para ser encontrado semanas más tarde cerca de un árbol, con el cadáver putrefacto y descompuesto hasta el punto que algunos miembros se habían separado del cuerpo.
Saint John’s Asylum
No podía faltar un asilo inglés, país clave de la literatura de terror gracias a genios como M.R. James, Henry James, Charles Dickens o Arthur Conan Doyle. El bloque se encuentra ubicado en Lincolnshire, al este de Inglaterra, desde el año 1852. En su día llegó a albergar a hombres, mujeres y niños; a quienes sometían a técnicas médicas tradicionales como el electroshock. Estados como la depresión era tratada del mismo modo que la esquizofrenia, y se creía que la cirugía cerebral era la cura para las enfermedades mentales, por lo que se aplicaba diariamente. Por si no es suficiente, los terrenos del edificio eran utilizados como zona de entierro para aquellos desafortunados que no lograban salir de las paredes del sanatorio.
Durante la segunda guerra mundial se tuvo que traspasar a algunos de sus pacientes a otros hospitales, puesto que se convirtió en un hospital de emergencia. Finalmente cerró sus puertas el año 1989. Los responsables de desmantelarlo tuvieron que huir despavoridos tras escuchar gritos horribles desde diversas partes del edificio. Desde entonces, se asegura haber escuchado gritos en los alrededores del edificio, fuegos desde los ventanales rotos, y algunos vecinos juran haber visto espectros de enfermeras y de pacientes merodeando por el sitio.
Gonjiam Psychiatric Hospital
El último hospital psiquiátrico encantado no podía ser otro que el hospital protagonista de nuestra entrada anterior. Además, está considerado el sitio más paranormal de toda Corea del Sur. Las leyendas dicen que se sucedieron muchas muertes misteriosas que provocaron el cierre del complejo. Se dice también que los doctores vivían caídas en picado hacia una locura mayor que la de sus pacientes. Antaño acogía a personas con enfermedades mentales severas. Una vez cerró sus puertas empezaron a surgir historias sobre como los pacientes morían uno detrás del otro, sin ninguna causa aparente.
Algunos investigadores paranormales y otros visitantes aseguran haber visto arañazos sangrientos y trozos de cristal lanzados a lo largo de habitaciones y pasillos. Tampoco han faltado los avistamientos de sombras, voces, gritos y quejas a lo largo de todo el edificio abandonado. Hoy en día el lugar es frecuentado por turistas, cazadores de fantasmas y distintos equipos de cámara.Por si esto no fuera suficientemente siniestro, la estructura del edificio ha sido consumida por la naturaleza, pues se encuentra ubicado en el bosque, a las afueras de un pueblo. De hecho, encontrarlo es toda una aventura puesto que las señalizaciones son nulas y a los vecinos no les gusta hablar del sitio, mucho menos dar direcciones para los turistas que podrían no saber dónde se están metiendo.
¿Qué os han parecido? ¿Creéis que alguna de estas historias tiene algún punto de verosimilitud? Es posible que lo mejor quedarse en él “no creo en ello, pero tampoco iré a buscar una confirmación”.
No vaya a ser nos llevemos una sorpresa poco agradable.